Buenos días.
Lo prometido es deuda y aquí está el bolso que os comente en mi anterior entrada.
Lo primero que hay que hacer es descoser el forro. Yo lo hice por la parte de abajo, lo justo para meter la mano y maniobrar con la aguja. De esta forma luego sólo tengo que hacer una costura a puntada escondida y el forro vuelve a su sitio.
Para trabajar con comodidad, dobláis el forro como si fuera el dobladillo de un pantalón (ver las fechas rojas) y a bordar.
Pegue el gráfico con celo al bolso. NO os lo recomiendo porque al quitarlo la piel se puede pelar, lo averigüe tarde y aunque lo pude arreglar con betún no hay necesidad de que os pase lo mismo. Usar cinta del pintor, sujetará igualmente el gráfico y no dañará la piel.
Usar la aguja que os sea más cómoda, pero que no sea excesivamente larga facilitará el bordado.
Y poco más. Seguir el gráfico hasta terminarlo y entonces,
Retirar el papel con paciencia para no deshilachar ningún punto en caso de que la aguja se clave en algún hilo. Pensar que la parte interna de la labor no es de fácil acceso para corregir errores o fallos.
Como veis empecé con una rosa, me anime y continué con otra y al final pensé ¿que tal si pongo un capullo?.
Y menos mal que no hay más sitio porque tenía los dedos doloridos.
La piel es dura, lo cual me hace pensar que si tenéis un dedal de piel, es genial porque agarra mejor la aguja y el esfuerzo es menor.
¿A que es una monada?
Iba a ir al baúl de los recuerdos y ahora es uno de mis preferidos.
Feliz día a todas.